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Los surfactantes biodegradables, también llamados tensoactivos biodegradables son producidos por microorganismos como bacterias, levaduras y hongos. Estas moléculas tienen la capacidad de reducir la tensión superficial entre dos fases inmiscibles, como el agua y el aceite, permitiendo que se mezclen más fácilmente.
Esta propiedad hace que los biosurfactantes son ingredientes clave en la fabricación de detergentes, ya que ayudan a eliminar la suciedad y las manchas de las superficies.
Los surfactantes biodegradables logran reducir la tensión superficial de los líquidos, lo que posibilita una mayor penetración y dispersión de los agentes limpiadores en las superficies a tratar.
Su funcionamiento se basa en la combinación de una parte hidrofóbica y una parte hidrofílica en su estructura molecular. Esto le confiere la capacidad de interactuar tanto con las moléculas de agua como con las sustancias grasas o aceitosas presentes en las manchas.
Gracias a esta capacidad de interacción dual, los tensoactivos biodegradables son capaces de romper la adherencia de las manchas a las superficies y emulsionarlas, lo que facilita su eliminación durante el proceso de limpieza.
Estos surfactantes biodegradables se utilizan comúnmente en productos de limpieza, como detergentes líquidos, limpiadores de superficies y desmanchadores, entre otros.
Aplicaciones en soluciones de limpieza para el hogar:
Estos surfactantes biodegradables se utilizan comúnmente en productos de limpieza, como detergentes líquidos, limpiadores de superficies y desmanchadores, entre otros.
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